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¿Necesitas un raspado dental? Te explicamos en qué consiste

¿Te sangran las encías al cepillarte? ¿Sientes un sabor extraño en la boca o notas que tus dientes parecen más largos? Estos podrían ser gritos de ayuda de tus encías, indicando que algo no anda bien. En el mundo de la salud bucal, el raspado dental (también conocido como curetaje o alisado radicular) es uno de esos tratamientos que, aunque su nombre suene un poco intimidante, es clave para rescatar tu sonrisa de problemas graves como la periodontitis. En este artículo, te explicamos de forma sencilla y cercana en qué consiste, por qué podría ser tu mejor aliado y cómo esta solución puede devolverle el equilibrio a tu boca.

¿Qué es el Raspado Dental?

Imagina que tus encías son como un jardín: si no retiras las malas hierbas (placa y sarro), las plantas (tus dientes) no podrán crecer sanas. El raspado dental es un procedimiento profesional que elimina la placa bacteriana y el sarro acumulados debajo de las encías, en zonas donde el cepillo común no llega. A diferencia de una limpieza dental (que se centra en la superficie de los dientes), este tratamiento profundiza en las bolsas periodontales (espacios entre la encía y el diente) para frenar infecciones y evitar la pérdida de piezas dentales.

¿Cómo se realiza un raspado de encias?

  • Fase 1 – Evaluación: El odontólogo o periodoncista examina tus encías con una sonda periodontal para medir la profundidad de las bolsas.
  • Fase 2 – Raspado: Con instrumentos manuales (curetas) o dispositivos ultrasónicos, se elimina el sarro adherido a las raíces de los dientes.
  • Fase 3 – Alisado Radicular: Se suaviza la superficie de la raíz para que la encía pueda adherirse de nuevo al diente, reduciendo el espacio donde se acumulan bacterias.
  • Fase 4 – Desinfección: En algunos casos, se aplican antibióticos locales o enjuagues especiales para controlar la infección.

El proceso suele requerir varias sesiones, dividiendo la boca en cuadrantes para mayor comodidad.

¿Por qué se Hace un Raspado Dental y en Qué Casos es Necesario?

El raspado no es un capricho: es un tratamiento salvavidas para tus encías. Te contamos cuándo y por qué se recomienda:

Combate la Periodontitis (Enfermedad de las Encías)

La periodontitis es una infección grave que destruye el hueso y los tejidos que sostienen los dientes. Si no se trata, lleva a la movilidad dental e incluso a la caída de piezas. El raspado elimina las bacterias que causan esta destrucción, deteniendo el avance de la enfermedad.

Elimina el Sarro Subgingival

El sarro que se forma bajo las encías no solo es antiestético: es un refugio de bacterias que inflaman los tejidos. Si no se remueve, la encía se retrae, dejando expuestas las raíces dentales (¡y provocando sensibilidad!).

Previene Complicaciones Sistémicas

Las bacterias de las encías enfermas pueden viajar por el torrente sanguíneo y afectar órganos como el corazón o los pulmones. Un raspado a tiempo reduce este riesgo.

Prepara para Otros Tratamientos

Si necesitas implantes, ortodoncia o restauraciones, es esencial que las encías estén sanas para garantizar el éxito del procedimiento.

Señales de que Podrías Necesitar un Raspado Dental

¿Cómo saber si tus encías están pidiendo a gritos un raspado? Presta atención a estos síntomas:

  1. Sangrado al Cepillarte o Usar Hilo Dental: Las encías sanas no sangran. Si esto ocurre, podría haber inflamación (gingivitis) o infección.
  2. Mal Aliento Persistente (Halitosis): Las bacterias en las bolsas periodontales liberan gases con olor desagradable.
  3. Encías Hinchadas, Rojas o Dolorosas: La inflamación crónica es una bandera roja.
  4. Retracción de las Encías: Si tus dientes parecen más largos o notas raíces expuestas.
  5. Movilidad Dental: Los dientes «bailones» indican pérdida de soporte óseo.
  6. Supuración o Pus: En casos avanzados, puede haber secreción alrededor de las encías.

Si identificas dos o más de estas señales, ¡es hora de visitar a un periodoncista!

Cuidados Después del Raspado Dental: Tu Guía para una Recuperación Rápida

El éxito del tratamiento depende tanto del profesional como de tus cuidados posteriores. Sigue estos consejos:

1. Evita Alimentos Duros o Calientes las Primeras 48 Horas

Opta por sopas tibias, purés, yogures o alimentos blandos para no irritar las encías.

2. Usa un Cepillo de Cerdas Suaves

Durante una semana, cepíllate con suavidad y usa hilo dental o cepillos interdentales para no dañar los tejidos sensibles.

3. Enjuaga con Agua Salada o un Colutorio Recomendado

Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y enjuaga 2-3 veces al día para reducir la inflamación y promover la cicatrización.

4. No Fumes ni Bebas Alcohol

El tabaco retrasa la curación y el alcohol irrita las encías.

5. Toma Analgésicos si es Necesario

Si hay molestias, el ibuprofeno o paracetamol pueden ayudar (siempre bajo recomendación médica).

6. Asiste a las Revisiones

Tu periodoncista programará citas para evaluar la evolución y asegurarse de que las encías se están recuperando.

Errores Comunes que Debes Evitar Después del Raspado

  • Cepillarte con Fuerza: Las encías están sensibles; la fuerza excesiva puede causar sangrado.
  • Ignorar el Sangrado Persistente: Si tras 3 días sigue el sangrado, contacta a tu dentista.
  • Saltarse las Limpiezas Periódicas: Un raspado no es una solución mágica; sin mantenimiento, el sarro volverá.

¿Buscas realizarte un raspado de dientes y encías profesional? Podemos ayudarte

Si vives en Gijón o sus alrededores y sospechas que necesitas un raspado dental, en nuestra clínica dental en Gijón tenemos la experiencia y la tecnología para devolverle la salud a tu sonrisa. Nuestro equipo de periodoncistas en Gijón no solo realiza raspados y alisados radiculares con precisión, sino que también te acompaña en cada etapa del proceso:

¿Qué Nos Hace Diferentes?

  • Diagnóstico Digital: Usamos sondas periodontales electrónicas y radiografías 3D para medir con exactitud la profundidad de las bolsas.
  • Técnicas Mínimamente Invasivas: Priorizamos tu comodidad con equipos ultrasónicos que eliminan el sarro sin dañar los tejidos.
  • Planes Personalizados: Si tienes ansiedad dental, ofrecemos sedación consciente para que vivas la experiencia sin estrés.
  • Seguimiento Activo: Programamos citas de mantenimiento cada 3-6 meses para evitar recaídas.

Además, en nuestra clínica no solo tratamos el problema, sino que te enseñamos a prevenirlo. Te daremos consejos prácticos de higiene, recomendaciones de productos (como cepillos específicos o irrigadores bucales) y resolveremos todas tus dudas para que te conviertas en el protagonista de tu salud bucal.

El raspado dental no es solo un tratamiento; es un acto de amor hacia tu boca y tu bienestar general. Con él, no solo ganas encías más fuertes y sonrisas más bonitas, sino también la tranquilidad de saber que estás previniendo problemas mayores a futuro.

Y si buscas un lugar donde sentirte seguro y escuchado, en Clínica Dental Palomero estamos listos para recibirte. Con un enfoque humano, profesional y cercano, te ayudaremos a recuperar la armonía de tu boca, porque creemos que cada sonrisa sana es una historia de éxito. ¡No dejes que las encías enfadadas roben tu tranquilidad! Visítanos y descubre cómo podemos cuidarte.

mktomnionline@gmail.com:
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