Se suele recomendar beber a diario entre un litro y medio y dos litros.

El agua fortalece los dientes. Beber agua que tiene una gran cantidad de flúor reduce la caries dental hasta en un 25%.

El agua ayuda a mantener el aliento fresco. Para mantener la boca fresca y limpia, el remedio principal sigue siendo el agua. Ayuda a eliminar las bacterias que causan el mal olor.

El agua ayuda a restaurar el color natural de los dientes. Beber agua de forma habitual ayuda a reducir el efecto de las manchas porque elimina de forma natural todas las partículas que se pegan a los dientes.

El agua mantiene un equilibrio de pH saludable en la boca. El flúor contenido en el agua protege el esmalte dental de los ácidos. Beber uno o dos vasos de agua al final de la comida para limpiar bien la cavidad bucal de los restos de comida, bacterias y ácidos que queden.

El agua previene la sequedad bucal. Cuando la boca está seca, somos propensos a producir menos saliva de la que normalmente se necesitaría. Y no es un hecho trivial, porque la saliva protege contra las caries.

Fuente: OK Diario