¿Sabías que reír y sonreír te rejuvenece? Reír, entre otros muchos beneficios, libera endorfinas en el cerebro y nos hace sentir bien. Por eso es importante que, al mirarte al espejo cada mañana, sonrías a tu reflejo. Y para ello, qué mejor que recibir una buena imagen, con unos dientes sanos, cuidados y ¡blancos!

El blanqueamiento dental es un tratamiento odontológico cada vez más demandado, puesto que no solo nos interesa nuestra salud bucal sino que también nos preocupa nuestra estética.

Un blanqueamiento consiste en aplicar una serie de químicos que reaccionan entre sí y liberan sustancias que hacen que los dientes se vean más blancos. Se podría decir que se disuelven todas aquellas partículas que alteran el color original del esmalte, el cual se puede encontrar teñido por diversos colorantes como el tabaco, el té o el café, entre otros muchos.

Para ello, debes tener en cuenta que las obturaciones, coronas y puentes (más conocidas como fundas) no se blanquean, puesto que los químicos únicamente hacen efecto sobre el diente natural. Además, debes saber que los dientes oscurecidos de un solo color (con tendencia amarilla o café) son más fáciles de blanquear que los dientes grisáceos a bandas.

 

Existen varios tipos de blanqueamientos. En primer lugar, podemos distinguir entre domiciliarios (se hacen en casa) o clínicos (se realizan en la consulta dental), ambos bajo supervisión facultativa y seguimiento clínico.

  • El blanqueamiento domiciliario o convencional. Se toman unos moldes de los dientes y se realizan unas férulas de plástico a modo de fundas, donde se depositan los agentes blanqueadores. Estos agentes se dejan actuar durante unas 6 horas como mínimo (se recomienda hacerlo por las noches, mientras dormimos, para más comodidad), a lo largo de unos 10-15 días.
  • Los blanqueamientos clínicos juegan con la ventaja del tiempo, es decir, que en dos visitas a tu  higienista dental, estaría completado el tratamiento, puesto que se realizan en el acto y puedes ver resultados casi inmediatos. Entras a la clínica con una sonrisa y te vas con otra, mucho mayor ¡y mucho más blanca y brillante!

Blanqueamientos clínicos:

  • El blanqueamiento láser, en el cual el higienista dental pondrá una protección para las encías y los tejidos blandos de la boca, aplicará los químicos blanqueadores en los dientes, y pondrá el láser (el cual irradia calor a unos 60ºC) durante unos 20 minutos.
  • El blanqueamiento con luz plasma, en el cual el higienista dental vuelve a proteger los tejidos blandos, aplica los agentes blanqueadores, y pasa el haz de luz por los dientes (también a unos 60ºC) durante 20 minutos.
  • El blanqueamiento con luz ultravioleta de alta intensidad o luz fría, en el que se requiere, además de un aislamiento de las encías y la aplicación de los químicos blanqueantes, el uso de lentes que filtren los rayos UV para proteger los ojos. La ventaja de este tipo de blanqueamiento es que la emisión de calor es casi imperceptible.

En cuanto a la efectividad del blanqueamiento, he de decir que no se puede garantizar un tono de color concreto de los dientes.  Puesto que, dependiendo de la anatomía dentaria de cada persona, el tipo de blanqueamiento aplicado, y el tipo de seguimiento clínico efectuado por el facultativo, el blanqueamiento será más o menos efectivo. Pero se pueden garantizar como mínimo dos tonos más claros del color original, según la escala de colores por la que se guíe el higienista.

Un blanqueamiento bien realizado y mantenido, con una buena higiene bucal y una correcta dieta acompañada de un estilo de vida saludable, tiene una vida media de unos 5 años. Aún así, si abusas del tabaco, el café y demás colorantes, se le reduce la vida media a unos 2 años.

Consúltanos y te informaremos de nuestros tratamientos para Recuperar el color de tu sonrisa 🙂

Fuente: PHB.es