SIGUE ESTAS 10 SENCILLAS PAUTAS DE LA FUNDACIÓN CANARIA DENTAL Y EL COLEGIO DE DENTISTAS DE LAS PALMAS Y DISFRUTA DE UNA SONRISA BELLA Y SALUDABLE
En verano, los hábitos alimenticios y de higiene dental se ven alterados por el cambio en nuestras actividades diarias. Además, el aumento de las temperaturas y la ingesta de alimentos poco saludables para los dientes, contribuyen a la proliferación de enfermedades bucodentales si no se realiza una correcta e intensa higiene oral.

 

  1. BEBER MUCHA AGUA Con las altas temperaturas, la exposición al sol y el aumento de la actividad deportiva, nuestro organismo pierde agua con más rapidez y debe trabajar para mantener la concentración de sales adecuada. En una boca deshidratada, son más frecuentes las aftas, infecciones e inflamaciones, por lo que no debemos descuidar la ingesta de agua para mantener una buena hidratación de las encías y las mucosas, y evitar así que se produzca un aumento de la densidad salivar.

 

  1. MANTENER UNA DIETA SALUDABLE APROVECHANDO LAS PROPIEDADES DE LOS ALIMENTOS DE TEMPORADA Frutas como el melón y la sandía contienen más del 90% de agua. También, las propiedades de algunos mariscos y pescados ayudan a prevenir la aparición de caries y la inflamación gingival. Y, como fuente de calcio y para mejorar nuestros niveles de vitaminas A y B, los lácteos son los mejores aliados.

 

  1. CONTROLAR LA INGESTA DE ALIMENTOS Y BEBIDAS AZUCARADAS En las fechas estivales se dispara el consumo de helados, refrescos azucarados y granizados. Todos ellos son alimentos que aumentan los niveles de ácidos que dañan el esmalte, favorecen la aparición de caries, y oscurecen y erosionan los dientes. Por ello, se recomienda controlar su consumo y evitar lo máximo posible el contacto directo con los dientes.

 

  1. MODERAR EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO Estos productos amarillean los dientes y nos hacen más vulnerables a enfermedades bucodentales. Si al empeoramiento de la higiene bucodental durante las vacaciones se suma un incremento en la ingesta de bebidas alcohólicas o del consumo de tabaco, además de problemas periodontales puedes sufrir la desagradable halitosis (mal aliento).

 

  1. EVITAR CAMBIOS BRUSCOS DE TEMPERATURA EN LA BOCA La ingesta de helados y bebidas muy frías pueden incrementar la sensibilidad dental, que puede estar relacionada con la existencia de caries o incorrectos hábitos bucodentales.

 

  1. INTENSIFICAR LA HIGIENE DENTAL Sabemos que la higiene dental es muy importante durante todo el año, pero es precisamente en verano cuando más atención debemos prestar a esta actividad. Y es que una buena higiene es el punto clave para que los dientes y encías estén sanos. Por ello, además de cepillar nuestros dientes tres veces al día, sería bueno también enjuagar nuestra boca cada vez que piquemos entre horas. El cepillado más importante debe ser el de antes de dormir, ya que es durante la noche cuando se forman con mayor facilidad los ácidos y también cuando disminuye nuestra secreción salival. Por último, para completar una buena limpieza, debemos usar el hilo dental al menos una vez al día.

 

  1. EXTREMAR LAS PRECAUCIONES EN LA PRÁCTICA DEL DEPORTE En estas fechas se produce un incremento en la patología de origen traumático, especialmente en niños, en los que los traumatismos y fracturas de dientes aumentan en torno a un 30%. Con la llegada del buen tiempo es más frecuente realizar actividades al aire libre, por lo que el riesgo de sufrir golpes en los dientes es mayor. Ante un traumatismo dental es fundamental mantener la calma y comprobar si el diente está o no fuera de boca, si solo está roto o fracturado o si tiene movilidad. Diente avulsionado. Si el diente se ha salido, evita limpiarlo y consérvalo en leche o en la propia saliva del accidentado hasta llegar a la consulta del dentista, para así favorecer la reimplantación temprana en boca. Acudir al dentista durante las siguientes tres horas es fundamental para la supervivencia del diente. Fractura dental. En este caso, debes guardar el fragmento fracturado y acudir rápidamente al dentista para recibir el tratamiento adecuado, y así evitar el dolor e infección de la pulpa dental. Diente que se mueve. Si el diente tiene movilidad, es importante evitar tocarlo y manipularlo con la lengua. Es importante acudir lo antes posible a la consulta dental para fijarlo y valorar la necesidad de un tratamiento complementario.

 

  1. NO OLVIDAR LAS FÉRULAS En caso de usar férulas de ortodoncia o de descarga, no hay que dejarlas atrás al salir de vacaciones, pues a la vuelta puede que ya no encajen en la boca. Deben usarse las horas que haya indicado el dentista. Además, deben conservarse limpias para que estén libres de gérmenes y de malos olores. Y al quitarte tu férula de ortodoncia para comer, no la envuelvas en una servilleta porque es muy probable que acabe en la basura.

 

  1. PROTEGER LOS LABIOS DEL SOL Además del cuidado interno de la boca, los labios deben contar también con una buena crema protectora. La exposición al sol es un factor de riesgo que predispone al cáncer oral.

 

  1. APROVECHAR PARA VISITAR AL DENTISTA La visita semestral al dentista debe ser una cita obligatoria. Pero, quizás, el verano sea el mejor momento para ello, aprovechando que los niños están de vacaciones. Un buen chequeo general para toda la familia evitará dolores, complicaciones y gastos en un futuro.

 

NO OLVIDES LOS CUIDADOS DE TU BOCA DURANTE EL VERANO. NOS EVITARÁ SORPRESAS DESAGRADABLES A LA VUELTA DE LAS VACACIONES