Es posible que recientemente hayas perdido un diente, o que lleves varios años sin tu pieza dental. Sabes que lo más recomendable es reponer las piezas dentales que te faltan y, sin embargo, pospones tu tratamiento en el tiempo. Aunque te parezca que nunca es buen momento para comenzar con el tratamiento que devuelva a tu sonrisa la pieza dental perdida, lo cierto es que aplazar la decisión juega en contra de tu salud bucodental.
La falta de dientes causa un inconveniente evidente que posiblemente ya hayas advertido: la dificultad para comer. Pero, además, ocasiona otros problemas menos evidentes: los desplazamientos del resto de dientes a los espacios vacíos, el deterioro estético, el desgastes y roturas de las piezas dentales que tienen que soportar la carga de los dientes ausentes o la pérdida de hueso maxilar. Todas estas complicaciones causadas por no iniciar el tratamiento a tiempo dan lugar a que cuando, por fin te decidas a hacerlo, te encuentres con que tu tratamiento es más largo y complejo de lo que hubiera sido en un principio.
Entre las distintas alternativas que existen el tratamiento con implantes es el que permite reemplazar el diente natural respetando en mayor medida su funcionalidad y estética.
5 ventajas de los implantes dentales
1. Son permanentes y duraderos
Uno de los principales motivos por los que la gran mayoría de personas elige los implantes se debe a que son una solución fija ante la pérdida de dientes. Es decir, una vez colocados, exigen los mismos cuidados que los dientes naturales, no interfieren en la rutina diaria y no requieren ser retirados para dormir, como las dentaduras postizas. Esto, unido a la resistencia y durabilidad que proporcionan, hace que el tratamiento con implantes sea una solución a largo plazo, lo que lo convierte, además, en una solución muy rentable: los implantes apenas requieren mantenimiento. Sin embargo, sí ofrecen una durabilidad, comodidad y naturalidad que ningún otro tratamiento es capaz de ofrecer.
2. Son muy naturales
Por un lado, las coronas que se colocan sobre el implante son muy estéticas y permiten conseguir infinidad de tonos, por lo que se asemejan al color de los dientes naturales. De esta manera, no se diferencian del resto de piezas dentales que hay en la boca. Por otro lado, los implantes permiten al paciente tener las mismas sensaciones al masticar, hablar o sonreír que tenía con sus dientes naturales.
3. Son seguros
La colocación de implantes es una cirugía menor, que tiene un buen postoperatorio. De hecho, el 85% de los pacientes que se somete a esta intervención puede ir a trabajar al día siguiente. Además, se estima que, hoy en día, la tasa de éxito de los implantes dentales se sitúa en el 98%. A pesar de estos datos, hay muchas personas que sienten miedo y ansiedad al tener que someterse a este tipo de tratamiento. Para aportar mayor relajación a estos pacientes, en nuestra clínica contamos con nuestra solución de Sedación Consciente y tratamientos sin dolor. De esta manera, la persona estará semiconsciente todo el tiempo que dura la cirugía. Y, además, podrá tener la tranquilidad de que el procedimiento estará supervisado por un médico anestesista.
4. No ocasionan daños al resto de dientes y ayudan a conservar el hueso
Cuando colocamos un implante, el resto de piezas dentales sanas que se encuentran en la boca permanecen intactas. Sin embargo, cuando lo que se coloca es un puente, sí que se compromete el estado de las piezas adyacentes, ya que es necesario tallarlas. Este tallado es irreversible e implica reducir su tamaño. Además de esto, es importante resaltar que la sustitución del diente perdido también evita movimientos indeseados en el resto de piezas dentales que hay en la boca. Para ello, partimos de la base de que los dientes tienen una tendencia natural a moverse y a buscar contactos entre ellos. Es decir, si hay un espacio desocupado, el resto de dientes tenderá a inclinarse y desplazarse, perdiendo la posición adecuada dentro de la arcada dentaria.
5. Permiten una buena higiene
La higiene que lleva a cabo una persona que cuenta con todos sus dientes naturales es la misma que practica alguien con implantes dentales. Al ser la alternativa más parecida a nuestras propias piezas dentales, el cepillado debe ser el mismo. La rutina diaria de higiene debe incluir, además, el uso de seda y enjuague. Y, a diferencia de lo que ocurre con las dentaduras tradicionales, los implantes son fijos y no hay que extraerlos para limpiarlos.
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