Piezas perdidas o algunas que no lucen como deberían. Hay muchas razones por las que una persona puede plantearse acudir a un dentista para que le coloque un implante dental. Desde que estos se han popularizado, el miedo a su uso se ha perdido, aunque no todo el mundo conoce las ventajas reales de su uso.

 

Por lo general, se les achaca el mejorar la estética, pero lo cierto es que hay bastante más allá de la sonrisa. Quienes ya han recurrido a especialistas saben que es así. Te mostramos una serie de beneficios que afectan ya no solo a lo que se ve, sino también a la salud. Si no te lo crees, solo tienes que seguir leyendo y descubrirás todo lo bueno que este tipo de intervención odontológica puede hacer tanto por tu boca como por ti. Si tenías dudas, te terminarás de animar a dar el paso.

Integración total con el hueso

Los implantes dentales más modernos gozan de una característica bastante interesante, conocida como osteointegración. Esta no es más que la unión a nivel molecular entre la superficie del implante, hecho de titanio, con el hueso de la boca. Al conseguirse esta unión tan poderosa, es imposible que este material se separe y pueda ser extraído, salvo que se corte del hueso que llega a rodearlo. Es algo que se produce en un periodo máximo de dos meses, pero que garantiza una integridad prácticamente absoluta del implante.Mayor duración

Mayor duración

Antiguamente, la duración de los implantes dentales era bastante reducida. Al ser colocados con técnicas más rudimentarias y con materiales menos efectivos y sanos, solían causar más problemas y tener una vida útil bastante acortada. Ahora, en cambio, la situación es bastante diferente. Un reciente estudio, de hecho, asegura que más del 90% de los implantes dentales colocados en clínicas de odontología superan los 20 años de vida. En algunos casos, incluso, pueden llegar a superar la barrera de los 30 años. Un periodo bastante amplio y una muy buena garantía para la persona que decide usarlos.

Sin dolor

El dolor siempre es lo que más temen las personas que dudan a la hora de acudir a un dentista para hacerse un implante, o incluso para acudir al dentista en general. Lo bueno de los métodos modernos es que están pensados para ser indoloros, ya que la anestesia se encarga de que la persona no sienta nada en la boca. De hecho, tras la intervención, el dolor también debe ser prácticamente inexistente. En algunos casos sí es posible que pueda doler un poco, sobre todo en personas especialmente sensibles. Sin embargo, la mayoría de veces no duele en absoluto. Hay empastes que pueden ser más dolorosos que esto.

Mantenimiento homogéneo

A diferencia de otros tratamientos, los implantes dentales no necesitan seguir unas pautas de mantenimiento diferentes al resto de dientes. Sí es posible que haya algunas puntualidades, sobre todo tras la operación para colocarlos; pero a la larga, la persona que los tenga debe cuidar su boca como de costumbre. Varios cepillados al día, sobre todo tras las comidas principales, usar una buena pasta de dientes y, sobre todo, vigilar la alimentación. Estas máximas, que son las que se aplican para tener una buena salud bucodental, son las mismas que se aplican a los implantes dentales.

En nuestra clínica hemos realizado más de 10.000 implantes en nuestros más de 25 años en la vanguardia de la odontología en Asturias. Consúltanos sin ningún tipo de compromiso, te ofrecemos nuestros mejores consejos para que tu decisión sea la adecuada.