Uno de los tratamientos de estética dental más utilizados son las coronas dentales. Este tratamiento consiste en restaurar la forma y tamaño de un diente, a la vez que mejora su fuerza y aspecto. Para ello se usan piezas sustitutas de porcelana. Sigue leyendo y te explicamos por qué las coronas o carillas de porcelana son una excelente opción para recuperar la belleza de tu sonrisa.
¿Qué son las coronas de porcelana o fundas dentales?
Las coronas dentales de porcelana, también conocidas como fundas dentales, son envolturas que se encargan de envolver por completo la pieza dental, con el fin de encapsular el diente que se ha dañado por causa de una fractura, las caries o por restauraciones pasadas. No son lo mismo que los implantes dentales.
Con su uso se busca restaurar la fortaleza del diente y darle una apariencia mejor. Cuando se implanta una corona dental, el diente recupera su función de masticar. Además, con ellas se evitan los típicos problemas que se presentan cuando falta alguna pieza dental.
Puesto que las coronas se colocan sobre el diente, se debe preparar el área a tratar. Para ello es necesario lijar y alisar el diente sobre el cual se colocará la carilla. Esto permite crear una base adecuada para la corona. Lo más común es que sean colocadas en premolares y molares, pero también hay fundas para los dientes delanteros.
¿En qué casos es recomendable colocar coronas dentales?
Las coronas dentales son indicadas en líneas generales en estos cuatro casos:
Para proteger un diente que se ha debilitado por alguna caries dental que se ha extendido mucho. De igual modo son indicadas para restaurar un diente roto o dañado severamente. Especialmente cuando la pieza ha sufrido fracturas, una fisura o un gran desgaste.
También son indicadas para realizar un puente al reemplazar un diente faltante. Ya que la pérdida de una o más piezas dentales puede provocar maloclusión y debilitamiento del hueso de la mandíbula.
Las coronas son indicadas inclusive para tratar problemas estéticos en aquellos pacientes que tienen dientes descoloridos o muy mal posicionados.
En algunos casos, se colocan sobre un implante o una pieza que ha recibido un tratamiento de endodoncia radicular. En estos casos se indican para que el diente vuelva a tener la estructura que le corresponde y cumpla su función de manera óptima.
Antes bien, cada paciente debe ser evaluado por un especialista que indique si es posible o no efectuar otro tipo de tratamiento menos invasivo.
¿Cuáles son los tipos de coronas de porcelanas que existen?
Dependiendo de la zona donde deba colocarse y los resultados que se quieran obtener, se utilizará un tipo de corona específico. Por ejemplo, si lo que se busca conseguir en la restauración es la mayor rigidez y resistencia posible, entonces la mejor opción es aplicar coronas de metal y porcelana.
Este tipo de coronas eran las más usadas hasta hace poco, pero, actualmente, su uso ha disminuido de manera considerable. Pues, se consigue un resultado más estético cuando las restauraciones excluyen el metal. Como sustituto se emplea el zirconio, un material de color blanco, mucho más disimulado. Al recubrirse con cerámica estética, se obtiene un resultado muy natural.
Sin embargo, como todo tiene sus pros y sus contras, este material es menos resistente que el metal. De hecho, la cerámica se une al zirconio de una forma más débil. Por lo tanto, la probabilidad de que la restauración se fracture son más elevadas.
Por esta razón se recurre en muchos casos a la utilización de zirconio de manera exclusiva, a fin de evitar futuros daños, sin embargo, el resultado no luce tan natural como cuando se utiliza la porcelana. De hecho, es por ello que se emplean únicamente en las piezas dentales posteriores.
Sumado a los dos tipos de restauraciones anteriores, las coronas monolíticas de cerámica no requieren de una base que les aporte resistencia. Con este tipo de coronas se obtiene el resultado estético más óptimo, por lo que se emplean más que todo en los dientes delanteros. Son muy útiles siempre y cuando no sea necesario sustituir algún diente, pues no aporta la misma resistencia que una corona de cerámica y metal.
¿Cuáles son las ventajas de colocarse coronas de porcelana?
Entre las principales ventajas de utilizar coronas de porcelana encontramos:
- Son los tipos de coronas más estéticos. Como son translúcidas y ligeras, su composición imita el diente, otorgando un resultado más natural.
- No provocan alergias, ya que la porcelana en sí es un material altamente compatible con el cuerpo humano, evitando cualquier tipo de rechazo o alergia en el paciente.
- No provocan cambio de coloración en las encías debido a la biocompatibilidad.
- Son firmes y fuertes.
- Ayudan en la recuperación de la funcionalidad de la boca de una manera rápida y efectiva.
- Tienen alta durabilidad. Aunque ciertamente su duración depende de diferentes factores, las coronas o fundas dentales duran en perfecto estado unos 15 años, pero, dependiendo de los cuidados que se le den, puede durar entre 5 y 30 años.
Cuidados esenciales para una corona dental
Para que las coronas dentales alcancen su máxima durabilidad y funcionen correctamente, es necesario llevar a cabo una serie de cuidados. Empezando por la correcta higiene buco/dental. Pues, si bien las coronas dentales no pueden tener caries, los dientes que la sostienen sí.
Los hábitos de higiene son indispensables para el correcto funcionamiento del tratamiento a largo plazo. Por lo que necesitas cepillar tus dientes como mínimo dos veces al día durante tres minutos. Además, es necesaria una limpieza profesional cada 8 meses.
Posteriormente, debe utilizarse hilo dental y los pequeños cepillos interdentales para que los espacios entre las coronas y los dientes quede completamente limpios. Se debe también utilizar un enjuague bucal apropiado, y, finalmente, realizar una visita a tu odontólogo de confianza una vez al año. Pero, si decides sustituir tus dientes puedes optar por una colocación de implantes All on 4 o All on 6 para resultados más óptimos y permanentes.
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